viernes, 13 de abril de 2012

Coming Back to Life



Seguimos a los tumbos en este torneo Clausura intrascendente, la regularidad escapa de nosotros como si nos tuviera miedo. En las cuatro fechas que toca reseñar, se cosechó una enorme victoria en un reducto difícil como el bahiense, una bajísima derrota en Sarandí, y dos empates mal jugados en casa contra rivales a priori ganables. De todos modos, la mencionada goleada en terrenos lejanos abre una luz de esperanza para lo que vendrá, porque por lo menos el equipo demostró que cada tanto puede enchufarse en serio y conseguir los resultados que se necesitan.

Fecha 6:
Un Banfield golpeado llegaba hasta el partido de Avellaneda buscando levantar cabeza después de la dura derrota en casa ante Tigre, y se medía frente a un rival que viene cumpliendo una muy buena campaña, peleando en los primeros puestos pero de mal andar en la Libertadores. El partido arrancó aburrido, las imprecisiones se hicieron costumbre rápidamente, y la situación rápidamente se perfilaba trabada y poco atractiva. Ni tiempo tuvo Banfield de plantarse en campo rival, porque nuevamente el endémico mal de sufrir un gol rival en los primeros minutos de juego se hizo presente: a los 8', un centro desde la izquierda empalmado de forma soberbia por el 5 rojiceleste se clavó arriba al primer palo; 0-1 y otra vez sopa. Los albiverdes intentaron reaccionar inmediatamente, y de ese modo lograron crear varias situaciones a lo largo del primer tiempo. Primero, desde una pelota parada enviada al corazón del área que nadie pudo desviar al gol, los nuestros obligaron al arquero local a enviarla al córner, y luego de nuevo el 1 local respondió con solvencia ante un buen zurdazo de media vuelta del Negro desde el borde del área. Con la misma receta respondieron los rivales, obligando a una salvada del Laucha tras un envío muy parecido al que habíamos tenido minutos antes. Luego, casi llega el empate tras una jugada embarullada por el medio del área, aunque nuevamente el golero local achicó velozmente y evitó que el Negro le punteara la bola al gol. Pero llegó un momento que fue clave en el desarrollo del cotejo: a los 38' del primer tiempo el Chucky se debió retirar del campo lesionado, ingresando el Rorro. La baja del talentoso delantero le quitó muchas variantes al juego ofensivo del Nuestro, lo cual hizo que de allí hasta el final del primer tiempo ni siquiera lográramos acercarnos con un mínimo peligro al arco rival. Se fue el primer tiempo, con Banfield perdiendo un partido que por el desarrollo hasta entonces, no merecía.
El segundo tiempo mostró más de lo mismo, con el Taladro yendo y yendo pero sin la más mínima idea de cómo vulnerar la férrea defensa rival, y el conjunto rojiceleste haciendo tiempo, enfriando el partido, trabándolo en mitad de cancha, con una defensa firme y un mediocampo batallador. De hecho, y contradiciendo a lo que se había visto en el primer tiempo, fueron los locales los que contaron con la mayor cantidad de chances para anotar, primero con un gran tiro libre del 10 que obligó a una gran respuesta del Laucha, luego con un remate del volante derecho (terriblemente puteado por nuestro sector de hinchas, debido a la ocasional particularidad de que era negro y tuvo un pésimo partido) que se fue cerca del palo izquierdo, y más tarde con un cabezazo del impasable central local tras una pelota parada desde la izquierda que sobrepasó al Laucha y dio en el travesaño, para caerle de nuevo al volante derecho del equipo sarandiense que la empalmó de volea con alma y vida desde el borde del área chica y la envió por arriba del travesaño. Banfield seguía siendo pura impotencia, los pelotazos frontales se repetían y no podíamos meter siquiera un puto desborde decente. Para peor, tanto ir hacia adelante sin ideas regalaba espacios para el contraataque, que casi fue aprovechado luego de que nuevamente el volante derecho (esta vez recostado sobre la izquierda) se encontrara en posición de gol, pero nuestro arquero fue rápido de piernas para salir a achicar y le ahogó el grito. Encima de todo, a los 42' se fue expulsado (y lesionado) Alayes tras un planchazo en mitad de cancha, fruto de la impotencia general. Así se fue el partido, con un Banfield sin ideas y un conjunto local que aprovechó el gol tempranero, puso el partido en el freezer y sólo dejando correr el tiempo se llevó los tres puntos. Pésima performance del equipo albiverde, que lo dejaba en ese momento en el último lugar de la tabla y sin muchas esperanzas de que la cosa cambie.

Fecha 7:
Tras la ominosa derrota en campos sarandienses, llegaba el turno de volver a casita y recibir la nocturna visita de un humilde All Boys que hasta entonces venía haciendo muy bien las cosas en el torneo. El partido, al igual que el de la jornada anterior, se presentó trabado, disputado en mitad de cancha, entre un equipo local que seguía sin encontrarle la vuelta a la creación en ofensiva, y un visitante que si bien podría haber aspirado a algo más, miraba con mucho cariño el puntito inteligente. La primera chance de gol se dio recíen promediando la etapa, con un centro desde la derecha de Quinteros que cabeceó por arriba Alayes en posición ofensiva. Unos minutos más tarde, una jugada embarullada por el centro del área derivó en un remate forzado del Negro Andrés Chávez que encontró las manos seguras del 1 visitante. Poco más pasó hasta los 40 de la etapa inicial, cuando desde una pelota parada desde la derecha del ataque visitante All Boys encontró el gol tras una peinada que se clavó en el segundo palo, pero el tanto fue anulado por falta en ataque. Sacudido por este mazazo que por suerte pudo haber sido gravísimo, Banfield casi encuentra el gol luego de que De Souza tomara la bola en 3/4 de cancha y sacudiera un disparo rasante al medio del arco; el golero albinegro no pudo contener, y el rebote lo tomó el Rorro, quien desde una posición inmejorable y sin oposición la tiró por arriba. Antes del final del primer tiempo, la defensa del Taladro se durmió una siestita importante y lo pudo haber pagado muy caro, pero por suerte apareció el Laucha para taparle el mano a mano al 9 visitante. Se fue el primer tiempo con un justo empate, que podría haber sido derrota tanto como victoria.
El segundo tiempo fue lisa y llanamente un bodrio. Nuevamente Banfield demostró una evidente incapacidad para crear jugadas de ataque, lo cual se vio demostrado por el mal partido de De Souza y Shony, mientras que el visitante se conformaba con el empate y apostaba cada tanto a alguna contra que le alegrara la noche. Apenas dos jugadas de riesgo se pueden resaltar en estos 45' minutos que si no fueron los peores de todos los partidos del torneo pega en el palo, ambas para la visita: un lejano derechazo del volante central que se fue cerca del segundo palo, y un inmejorable contraataque definido por el recién ingresado delantero visitante, quien se sacó de encima la marca y al momento de definir resbaló, logrando que la pelota saliese mordida y sin la dirección necesaria para lograr el 0-1 que, vista la incapacidad y nulo volumen de juego del equipo local, hubiese sido casi que justo. Se fue nomás el partido, con un asqueroso empate sin goles que premia a un equipo visitante limitado pero ordenado, que supo lo que tenía que hacer para lograr lo que venía a buscar y lo ejecutó bien, y castiga a un Banfield que nuevamente careció  totalmente de ideas para vulnerar el arco contrario.

Fecha 8:
Con la desesperanza a cuestas, el Taladro llegaba a la lejana ciudad de Bahía Blanca para enfrentar al equipo local, ahogado por la presión del descenso. Fue un partido extraño y cambiante, que en un principio parecía venir igual de mal barajado que varios de los anteriores partidos de Banfield en el torneo, ya que a los 5' el local encontró la apertura del marcador tras un remate defectuoso de afuera del área que le cayó al 7 aurinegro, quien con tiempo y espacio definió tranquilamente por entre las piernas del Laucha. Nuevamente parecía que las cosas tomaban un cariz oscuro, pero llegó a los 12' la jugada que cambió la historia: un córner ejecutado rápidamente derivó en Taglia, que envió de primera y con una enorme calidad un venenoso centro con rosca que encontró al borde del área chica el pie del pibe Reta que la mandó al fondo de la red. Banfield llegaba a un inesperado y valiosísimo empate, que daba nuevas esperanzas para enfrentar el resto del partido. El conjunto local sintió el golpe y fue con todo hacia adelante para intentar desnivelar de nuevo el marcador, y estuvo muy cerca en varias oportunidades. Primero, con un soberbio tiro libre del 10 que dio en el ángulo superior izquierdo del arco del Laucha. Luego, con un desborde por derecha que encontró, tras un precioso centro al segundo palo, la cabeza del 9 aurinegro, que onligó a una tapada sensacional de nuestro arquero casi adentro del arco. Más tarde, nuevamente el 9 recibió un pase profundo que encontró mal parada a nuestra defensa, se sacó de encima al marcador y disparó de zurda por arriba del travesaño. Y ya sobre la campana de los 45', un hermoso pase en profundidad encontró al 7 local, quien mano a mano con el Laucha estrelló su remate en el travesaño. De esta manera se fue el primer tiempo, con un Olimpo que había superado claramente a nuestro equipo pero que por ahora sólo estaba cosechando un miserable empate. El segundo tiempo prometía ser vibrante y con numerosas emociones, y ya vimos que no defraudó.
La segunda etapa arrancó vibrante y con una gran alegría para nuestro lado, porque al minuto de juego el Shony se escapó a la espalda del volante central bahiense y se la sirvió al Comandante, quien con un regate precioso se deshizo del central local y la clavó de zurda al segundo palo. Banfield se ponía al frente en el marcador, y al equipo aurinegro se le quemaron los papeles. El encuentro siguió siendo intenso, con llegadas de los dos lados y un buen nivel de emotividad, incluso nuevamente el 9 aurinegro pudo haber estampado el empate cuando le quedó servida una bola en el corazón del área pero el Laucha con una providencial salvada por triplicado mantuvo a Banfield por delante en el marcador, hasta que a los 22' una pelota recuperada en el medio por Taglia fue enviada en profundidad de nuevo hacia el Negro, quien aguantó la marca del central y luego escapó solito hacia el arco visitante, clavándola al primer palo de un arquero local que salía a achicar desesperado. El marcador era tan injusto como contundente, y claramente no iba a ser lo último de la tarde, porque cinco minutos más tarde nuevamente Chávez, genio y figura de la cancha, escapó por izquierda, llegó al fondo y metió un desborde-pase hacia atrás para la entrada del Pelado, quien dominó la bola y luego la acarició con suavidad para colocarla bien arriba sobre el primer palo. Partido liquidado, porque cada llegada de Banfield parecía ser gol y el conjunto local estaba desorientado y aturdido. Sin embargo, no pareció tan liquidado el asunto cuando tres minutos después el volante izquierdo bahiense se escapó por su sector y, encarando de afuera hacia adentro, sacó un furibundo remate que se clavó en el palo más lejano de un Laucha que nada pudo hacer. La cosa se ponía emocionante, porque además en ese momento se lesionó el Laucha y debió salir reemplazado por Santillo, y porque los locales seguían yendo para adelante y dejaban cada vez más espacios atrás. Por eso no sorprendió que cuatro minutos más tarde, a los 36', el Shony recibiera la bola con tiempo sobre la derecha del ataque, a espaldas del volante central, se sacara de encima a su marca y descargara para la aparición por sorpresa de Quinteros, quien llegó al fondo y metió el pase atrás para la llegada con total libertad nuevamente del Shony, quien con total tranquilidad y ante un arquero desguarnecido definió por entre sus piernas. 5-2 y ahora sí, asunto concluido.Quedó tiempo para una buena intervención de Santillo tras un remate frontal, y un penal zonzo cometido por Bustamante que nuevamente Santillo tapó brillantemente. Ganó, gustó y goleó Banfield, como hacía mucho tiempo no se veía, y las cosas parecen de a poco empezar a mejorar.

Fecha 9:
Entonado por la enorme victoria en suelo bahiense, Banfield recibía en ese caluroso sábado a Unión de Santa Fe, un rival que también venía en levantada. Las emociones no se hicieron esperar, porque a los 5' una gran jugada del 10 visitante por el callejón del 8 encontró al volante izquierdo tatengue, quien haciendo una diagonal perfecta de afuera hacia el medio quedó mano a mano con el Laucha; el 1 local tapó el disparo, pero el rebote le cayó a otro volante rojiblanco que venía de frente, aunque su remate fue tapado por Taglia y luego el Laucha mandó la bocha que había quedado boyando al córner. EL partido empezaba complicado, pero era bueno destacar que si siguiéramos teniendo la suerte que tuvimos en partidos anteriores ya habríamos estado 0-1 en ese momento del partido. Un rato más tarde, un furibundo remate del 4 visitante a la salida de un tiro libre se fue rozando el travesaño, y luego otra pelota parada causó problemas cuando un cabezazo bombeado del 9 tatengue tras un despeje corto del Laucha debió ser descolgada del ángulo in extermis por nuestro arquero. Banfield mostraba poco y nada hasta el momento, hasta que en una pelota parada un defensor rojiblanco le cometió penal a Alayes, y el Rorro lo cambió por gol, no sin antes tener que repetir la ejecución debido a la invasión de zona. Sin merecerlo el Taladro se ponía en ventaja, y ahora era cuestión de aguantar el resultado. Incluso el albiverde pudo haber puesto un exageradísimo 2-0, pero el tremendo fierrazo de fuera del área del Pelado fue descolgado del ángulo por el arquero visitante. El conjunto albirrojo no asimiló rápidamente el golpe y se lo vio un poco desorientado en el resto de la etapa, aunque casi llegando al final del primer tiempo se perdió el empate con un cabezazo del volante izquierdo que dio en el travesaño. Así se iba el primer tiempo, con una victoria muy inmerecida para nuestro equipo, pero con un segundo tiempo en el cual tendríamos que demostrar si podíamos aguantar el resultado.
La segunda parte arrancó con el visitante yéndose con todo al ataque, y ya a los 4' tuvo su primera opción de gol cuando el Laucha le tapó un furioso remate al 9 tatengue. Un par de minutos más tarde se fue expulsado injustamente Chávez por una agresión que no existió, lo cual dejaba al Taladro en inferioridad numérica y dejaba establecido definitivamente el retroceso defensivo. El partido continuó con el conjunto visitante monopolizando la pelota pero ya sin llegar tan claramente como antes, y el partido terminó de estabilizarse definitivamente cuando el Tate también sufrió una expulsión a los 23'. Pero se sabe que esto es Banfield, y que cuando las cosas parecen estar más tranquilas es cuando más probabilidades hay de que algo salga mal, y así fue: pelota parada para Unión desde la izquierda, centro al área, el Laucha que despeja a medias y el rebote lo capitaliza un defensor recién ingresado para mandarla al fondo del arco y estampar el 1-1. Allí el partido entró en una meseta, el técnico Acevedo debió meter mano en el equipo para ir a buscar la victoria, poniendo al Chucky para ver si se podía ir a por el segundo gol. Y la apuesta le salió bien, porque sobre los 39' un furibundo cabezazo del mencionado delantero fue tapado brillantemente por el arquero visitante, y a los 44' un boludísimo penal cometido por el lateral izquierdo tatengue fue transformado en gol por el propio Chucky. 2-1, con el tiempo cumplido, parecía que nos llevábamos un sufridísimo triunfo, pero no, no se olviden que esto es Banfield y la desgracia siempre está a la orden del día. A la jugada siguiente al gol, un pelotazo a la desesperada de Unión encuentra al 9 visitante, que se la baja a un compañero adentro del área; éste remata defectuosamente pero con tanta suerte que el tiro le cae al volante izquierdo visitante, quien se anticipa a la desesperada salida del Laucha y se la puntea justo antes de que el golero se lo lleve puesto. Penal para el visitante, que gracias a la buena ejecución del 9, quien la puso junto a un palo, se convirtió en el 2-2 que ya no se movería. Fue empate entonces, que para Banfield deja el sabor agridulce de que se perdieron 2 puntos en la última bola, pero sabiendo también que se habían ganado también en el último minuto y que por el trámite del partido en general tendrían que haberse perdido los 3. Ahora se viene un complicado partido en Rosario frente a un Newell's que viene peleando arriba, con la presencia estelar en la tribuna de quien esto escribe, que será fundamental para saber en dónde está parado este equipo y qué es lo que puede dar de sí.