sábado, 22 de septiembre de 2012

Reach for the Sky


Fecha 4:
Aún con la sangre en el ojo por no haber podido traerse un resultado positivo desde La Plata, el Taladro debía enfrentar en casa por la cuarta fecha del Torneo Nacional B a otro equipo complicado como lo es Rosario Central. El partido arrancó exactamente igual que el de la semana anterior, con dos equipos luchadores que se disputaban el dominio en mitad de cancha, prestándose la pelota en numerosas ocasiones. La batalla por la supremacía en las áreas la ganaban claramente los defensores, y si a eso le sumamos la poca aparición de los número 10 de ambos equipos, nos daba como resultado un partido intenso pero aburridísimo. La primera ocasión de riesgo la tuvo Banfield tras un centro desde la izquierda de Walter Bustamante que el Cuqui cabeceó apenas afuera; cuatro minutos más tarde, el Negro Chávez apareció por izquierda y su remate fue enviado al córner por el 2 rosarino. Poco había generado el conjunto visitante en ataque (apenas una peinada del 9 a partir de una pelota parada que terminó en las manos de nuestro arquero), hasta que a los 33' vino un centro cruzado desde la derecha del ataque canalla, el Peca Galarza perdió la marca, Lihué no lo acompañó, y eso permitió que se generara el hueco necesario para la aparición del 11 auriazul, quien la empalmó con el borde externo de su botín zurdo para clavarla en la ratonera. Así se fueron al descanso, con Banfield injustamente abajo en el marcador, pero con la promesa de que había que mejorar en el juego para revertir el resultado.
La primera del segundo tiempo la tuvo en el arranque el visitante, con un disparo cruzado y débil del 10 que Pablo detuvo mansamente y sin inconvenientes. Central controlaba el partido con mucha fiereza en el medio, y lograba sacar rédito del barullo reinante hasta que a los 16' el lateral derecho se ganó la segunda amarilla por una falta sobre el Negro Andrés. Rápidamente el DT canalla introdujo un defensor para mantener la línea de 4, pero ni tiempo tuvo de acomodarse la defensa, ya que dos minutos más tarde un centro cruzado de Lihué encontró la solitaria aparición por el segundo palo del Cuqui para empujarla y decretar el empate. A partir de allí Banfield se vino con todo sobre el arco canalla, que sólo atinó a refugiarse cerca de su área a ver si podía aguantar el empate. El partido se hizo de ida y vuelta: se lo perdió Tito Noir a los 34', tras definir de zurda por arriba un mano a mano; Central respondió rápidamente con un zurdazo rasante del recién ingresado delantero número 18 que contuvo esforzadamente nuestro guardavallas. Al toque, Lihué se escapó por izquierda y envió un centro rasante al borde del área chica que los delanteros no llegaron a conectar. Y de tanto ir, el Taladro obtuvo su premio: a los 44' centro al área de Pablito López (clave en la remontada por su aporte a la generación de juego), la baja el Cuqui, define Rubén Zamponi, tapa el arquero, da en el palo, y el rebote fue capitalizado por el Negro Andrés para desatar la locura en toda la hinchada albiverde. No hubo tiempo para más, Banfield triunfó en un durísimo partido contra un rival de peso, con total justicia. Será cuestión de ir ratificando con el correr de los partidos la mejoría en el nivel de juego, pero lo cierto es que la base está, sin dudas.

Fecha 5:
Envalentonado por la primera victoria en el torneo ocurrida en la fecha anterior, la locomotora verde y blanca llegaba hasta el estadio de Almagro para enfrentar al alicaído Deportivo Merlo. Frente a un rival que se demostró voluntarioso pero limitado, el Taladro demostró que cuando se es un equipo ordenado y superior los goles llegan por decantación, y así fue como apenas a los 11', en la primera jugada de riesgo real del partido, el Taladro se puso en ventaja. Matías Díaz la recuperó en mitad de cancha y tocó para el Negro Andrés, quien la trasladó hasta posición de peligro y se la devolvió a Matías, cuyo centro de primera encontró la solitaria aparición del Cuqui en el segundo palo para mandarla a guardar con el arco vacío. El Taladro controló el trámite sin mayores inconvenientes, frente a un impotente conjunto Charro que jamás logró hacer pie en campo contrario. Sobre los 41' se lo perdió Silvera tras cabecear apenas desviado un centro de Broggi, y así se fue un aburrido primer tiempo donde el Taladro demostró su superioridad controlando bien a su rival.
El complemento continuó con la misma tónica, Merlo hacía poco para vulnerar la valla de Santillo, y el equipo del Sur esperaba en su campo la oportunidad para lanzar filosos contragolpes. Sin embargo, pudo haber llegado el empate tras un largo pelotazo que encontró la aparición del 7 del conjunto del Oeste, pero por suerte para los nuestros su volea cruzada se fue apenas ancha. El Taladro avisó con una buena jugada individual de Lihué, quien se sacó dos tipos de encima y remató de zurda desviado; y al segundo aviso no perdonó, con una fórmula muy parecida a la del primer tanto. A los 23' de la segunda etapa el Negro Andrés robó una pelota en mitad de cancha, la cual le cayó a su tocayo Silvera; el Cuqui trasladó y esperó el momento exacto para filtrarle el pase a Chávez, quien le ganó en velocidad a los centrales y definió por entre las piernas del arquero para establecer el 2-0 y partido liquidado. De allí en más el partido fue pura intrascendencia, pues Merlo se dio definitivamente por vencido y Banfield se dedicó a hacer tenencia de pelota y esperar el pitazo final, que no tardó en llegar. Nueva victoria de los muchachos de Garnero, sólidos, pacientes, y golpeando en los momentos justos para llevarse una victoria fácil de visitante contra un conjunto siempre complicado.

Fecha 6:
El ánimo ya estaba por las nubes después de las dos victorias consecutivas, y llegaba el turno de enfrentar (y de paso estrenar la casa suplente, de un bello color negro furioso) en casa al ascendente Sarmiento de Junín, circunstancial puntero del torneo tras enhebrar una buena racha de victorias. Y digo circunstancial, porque tras sólo 2 minutos de comenzado el partido ya perdía el liderazgo, pues Banfield no le dio ni chance de terminar de acomodarse en el campo antes de embocarlo. Pelotazo largo de Lihué a las espaldas del lateral izquierdo en dirección del Negro Andrés, genio y figura, quien la recibe sobre la derecha, encara a su marcador hacia adentro, y apenas ve el hueco necesario sacude al primer palo de un sorprendido guardavallas que no atinó a responder. Recién comenzaba el encuentro y Banfield ya se ponía por delante en el marcador, lo cual sin dudas condicionó el resto del trámite del cotejo. El Taladro no se quedó sólo con el gol y siguió yendo al frente, superando a un confundido conjunto visitante que intentaba raspar y jugar pero que no podía hacer pie en campo rival. Los juninenses lograron responder a los 9' con un disparo lejano del 10 que debió ser rechazado con esfuerzo por el seguro Pablo Santillo; al toque, el Negro sacudió desde afuera del área, obligando a un rebote largo del arquero que no pudo ser capitalizado por Matías, quien entraba atropellando por izquierda. Tras los primeros instantes de duda, Sarmiento con mucho huevo comenzó a imponerse progresivamente en la mitad de cancha, pero la superior calidad de los volantes del conjunto que en esta ocasión vistió de negro lograba configurar un partido trabado y sin muchas opciones de gol para ambos equipos. Recién a los 35' se sacudió la modorra, luego de que el arquero visitante le ahogara increíblemente el gol al Negro, tapando su cabezazo a quemarropa desde el borde del área chica tras un centro precioso de Matías. Sarmiento pudo haber igualado luego de que un peligroso centro desde la izquierda no llegara a ser conectado por sus delanteros, pero exceptuando estos dos ataques que describimos, prácticamente no generó peligro sobre la valla defendida por Pablo. Así se fue el primer tiempo, con una leve pero justificada superioridad local en el marco de un partido parejo y sin muchas llegadas de riesgo.
El segundo tiempo arrancó con la misma tónica, pero ya la prevalencia de Banfield por sobre el conjunto verde era más evidente. En la zona de gestación los volantes visitantes se limitaban a verla pasar, impotentes frente al monopolio de la posesión que ejercía el Taladro, mientras las situaciones de gol seguían llegando sobre el arco de los de Junín. Sobre los 10' se lo perdió el Negro, en un mano a mano bien resuelto por el portero visitante; se veía a las claras que el gol estaba al caer. Y llegó nomás; a los 18', recuperación en mitad de cancha de Cristian Leiva, toque corto a Silvera, asistencia de éste en cortada para el pique al vacío del Turco Zarif (ingresado en el primer tiempo en lugar de Lihué, quien se retiró con un fuerte golpe en el tobillo), rechazo a medias del 2 verde que dejó a mitad de camino a su arquero y posibilitó que entrara desde atrás Iván Pérez, quien de primera y con suavidad puso la pelota en el desprotegido primer palo de la valla juninense. 2-0, y la cosa estaba total y absolutamente liquidada. El resto del complemento estuvo de más, Banfield por momentos se floreó con toques y lujos, y la diferencia pudo haber sido aún más abultada si el furibundo remate del Cuqui desde fuera del área no se hubiese ido arriba por poco. Banfield ganó y gustó nuevamente, logró 3 victorias consecutivas por primera vez en un año y medio, y se puso a tiro de la punta aún debiendo su partido de la primera fecha. Y lo más importante de todo, demostró solidez, buenos rendimientos individuales y un aceitado funcionamiento colectivo que lo ponen como un serio aspirante al ascenso. Imposible no ilusionarse como hincha con este presente.

jueves, 20 de septiembre de 2012

New Tribes



No fue fácil para Banfield terminar de asumir que el descenso se había consumado. Numerosos interrogantes se abrieron una vez que la derrota con Colón se hubo superado: Qué hacer con un club acéfalo? Cómo rearmarlo para una nueva temporada en la B Nacional, sabiendo que había que arrancar prácticamente de cero? Cómo hacer para pagar la enorme deuda que pesaba en las arcas del club, cercana a los 90 millones de dólares? Cómo deshacerce de la gran cantidad de cánceres que conformaban el plantel que había logrado la proeza de irse al descenso con una campaña de campeón contando para el promedio? Sin embargo, parece que el Barba después de tantas pálidas nos guiñó el ojo, porque a los pocos días de perder la categoría asumió la nueva Comisión Directiva, que se puso el overol y comenzó a laburar para sacarnos del pozo. Y la verdad es que lo hicieron muy bien, porque trajeron a un buen DT como es Daniel Garnero, realizaron la necesaria depuración del plantel, incorporaron gran cantidad de futbolistas de jerarquía para la categoría, tales como Andrés Silvera, Matías Díaz, Pablo López, el Tato Mosset, Rubén Zamponi, Iván Pérez y Ricardo Noir. Además, reestructuraron rápidamente la deuda, armando un plan de pago, y realizaron las necesarias refacciones y pagos a los empleados con el dinero obtenido en las transferencias de los dos máximos valores de nuestra cantera (Facundo Ferreyra y el pibe ídolo Nicolás Tagliafico). Asimismo, lograron otorgarle más tiempo para trabajar al director técnico del equipo pidiendo la postergación del primer partido, que prometía ser una riesgosa visita a Jujuy para enfrentar a Gimnasia. Por ende, con todo este viento a favor se logró levantar el ánimo del hincha, y llegamos con bríos renovados al debut en la categoría.

Fecha 2:
Arrancaba el andar de Banfield en el Torneo Nacional B 2012/13, recibiendo en una nublada mañana de feriado a Aldosivi de Mar del Plata. Se preveía un partido disputado e igualado, frente a un rival que había sido uno de los conjuntos más regulares el torneo anterior y se había reforzado criteriosamente. La primera chance de gol fue para el Taladro a los 2 minutos, cuando un remate frontal de Iván Pérez a la salida de un corner fue reboteado con esfuerzo por el arquero; al minuto siguiente, el Negro Leiva elevó demasiado un remate lejano. Sin embargo, se repitió nuevamente el terror del campeonato pasado: que te emboquen en la primera ocasión de gol. A los 9' Lihué Prichoda perdió la pelota en mitad de cancha, el 8 marplatense tomó la pelota en 3/4 de cancha y le dio un pase precioso y preciso al 10, quien picó habilitado y definió cruzado ante la salida de Pablo Santillo para poner el uno a cero parcial. El Taladro reaccionó recién a los 20' cuando una volea de Iván a la salida de un córner fue capturada mansamente por el arquero, y luego a los 32' un centro frontal no fue alcanzado a conectar por Marcelo Bustamante. El partido era trabado y allí era donde el conjunto visitante hacía su negocio, y jugaba mejor contra un Banfield deslucido, falto de ritmo y de ideas. Nuevamente Bustamante a los 34' sacudió la modorra con un fierrazo lejano que se fue cerca, pero los visitantes respondieron con un peligrosísimo cabezazo del 5, que entraba solo por el medio del área tras un córner, que fue enviado al tiro de esquina con esfuerzo por nuestro golero. El Taladro devolvió el golpe con una gran jugada individual de Matías Díaz, quien encaró por el medio sacándose varios rivales de encima y cedió a la izquierda al Negro Andrés Chávez para que éste le quemara las manos al arquero; el rebote fue capturado por Matías, pero el portero visitante lo ahogó rápidamente en una jugada en la que toda la parcialidad local pidió penal. Así se fue el primer tiempo, con un conjunto albiverde que no podía superar en el juego a un equipo auriverde bien parado y contragolpeador, esperando que el funcionamiento mejorase.

Al minuto nomás de iniciado el segundo, un terrible fierrazo de Matías desde afuera del área fue tapado brillantemente por el golero marplatense (Chávez desperdiciaba increíblemente el rebote, pero la jugada estaba anulada por offside). A los 11', el que sacudió desde lejos fue Gustavo Toledo, nuevamente el 1 auriverde dio rebote, pero Andrés Silvera también se encontraba fuera de juego al momento de recibirlo. A los 15', de nuevo el guardavallas, ya a esta altura la figura del partido, le ahogó el grito a otro disparo lejano (esta vez de parte del encarador Lihué). Hasta que finalmente, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe: sobre los 20', un largo bochazo desde su propia área de Pablo le cayó al Negro Andrés, quien le ganó en velocidad a su marca, llegó al fondo y tocó al medio para la solitaria aparición de Matías, quien la mandó a guarda con un zurdazo preciso al segundo palo. Llegaba la justicia al marcador con el empate parcial, y se avizoraba un nuevo partido en donde Banfield debía ir hacia adelante y ganarlo. Aldosivi sólo atinó a responder con una corrida de su delantero recién ingresado que fue bien neutralizada por nuestro golero; al toque, un jugadón de Matías sirvió para la aparición por izquierda del recientemente ingresado Pablo López, quien remató levemente desviado. A los 34' se fue expulsado el 2 visitante por doble amonestación, tras una dudosa falta cercana al área sobre el Negro Andrés, y a partir de allí pareció que sería fácil para Banfield llegar al segundo gol. Sin embargo, la visita se refugió en su área y se esmeró para cortar los circuitos de juego del Taladro. Del foul de la expulsión llegó otra jugada de peligro para el conjunto albiverde, un pelotazo de Matías tras pase de López que rebotó en un defensor cuando ya lo estábamos gritando; de esa misma jugada nació la contra para Aldosivi, que finalizó con un remate cruzado de un mediocampista recién ingresado que se fue muy cerca del palo derecho. A los 41' remató muy alto Iván desde una posición complicada; a los 44' el ingresado Ricardo Noir cabeceó mal un envío desde la izquierda; y la última también fue para Banfield, con un cabezazo forzado del Cuqui Silvera a los 48' que se fue por arriba. Fue empate nomás, en casa y ante un rival complicadísimo que se plantó en nuestro campo y por momentos nos dominó. Se valora el punto porque jugamos contra un rival muy difícil y el equipo recién se está armando, y porque se vieron buenas actuaciones individuales y entereza anímica para remontar el resultado.

Fecha 3:
El fixture le deparaba a Banfield, luego del empate ante los marplatenses, una difícil visita a La Plata para enfrentar a Gimnasia, equipo que se perfilaba como uno de los grandes candidatos al ascenso tras dos victorias en sus dos primeros compromisos. El primer partido fue trabado, disputado, y bastante aburrido para el espectador neutral, producto de la colisión entre dos equipos bien plantados, corajudos, y con mucho miedo a desprotegerse defensivamente. Por ende, el primer tiempo resultó en un partido infumable, y la única chance de gol que se pudo contar en todo ese período fue un cabezazo forzado del Cuqui que se fue un poco alto. Banfield estaba haciendo bien las cosas, y el empate no era mal resultado. Pero todo eso se desmoronó cuando al minuto del segundo tiempo el 9 tripero se desmoronó en el área tras forcejear con Rubén Zamponi y el juez no dudó en cobrar penal, que fue bien ejecutado por el 3 albiazul para estampar el 1-0 en favor de los locales. A los pocos minutos Lihué tuvo el empate, pero el arquero lo evitó magistralmente, y luego el Negro Andrés se lo perdió en el rebote, mandándola por arriba. Unos minutos más tarde, una gran pared enter Pablito López y Silvera dejó mano a mano al rubio enganche, pero el guardavalla platense lo evitó saliendo a atorár velozmente, transformándose de este modo en la figura del partido. Gimnasia respondió con un centro cruzado desde la derecha que encontró al 11 entrando solo por el segundo palo, pero su cabezazo recorrió toda la línea y se fue por el fondo; al rato, nuevamente el 11 se escapó por izquierda, gambeteó magistralmente con un caño al Tato y encaró hacia el área, pero luego su remate se fue muy desviado. Banfield intentaba por todos los medios posibles, pero veía que se le acababa el tiempo sin que se creara la situación de gol que le trajera el empate, mientras Gimnasia esperaba tranquilo en su campo y lanzaba venenosas contras. Ya con el tiempo cumplido, un furibundo remate de un mediocampista tripero lamió el travesaño, y el último bochazo al área del equipo albiverde fue rechazado por la defensa local. Final entonces, con derrota para el Taladro, con el sabor amargo de saber que su rival le ganó pero sin superarlo en el trámite del juego, con un penal discutible y contando con varias chances de empatarlo. Quedará seguir mejorando, sabiendo que aunque hoy nos volvamos con las manos vacías, el camino es el correcto, y habrá que fortalecer el juego de cara al siguiente partido en casa contra Rosario Central. Pero ésa es otra historia.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Comp. 4

Cerrá los ojos un momento, y abrilos para contestarme lo que te pregunto:
 
Qué se siente estar muerto por dentro?
Qué se siente estar en el desamparo más profundo que jamás sentiste?
Qué se siente saber que te espera un tiempo indeterminado de amarguras intolerables?
Por qué tuviste el cielo, los momentos, la felicidad en la mano, y la dejaste escapar de esa manera?
Por qué sos incapaz de salir de tu propia isla interior?
 
Perdoname, me acabo de dar cuenta que al exponerte la cruda realidad delante de los ojos, acabo de asesinarte. Pero es que tuve que hacerlo... porque no puedo evitar ser como soy, no puedo evitar que seamos como sos.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Cap. 6


Come up on differents streets, they both were streets of shame.
Both dirty, both mean, yes and the dream was just the same.
And I dreamed your dream for you, and now your dream is real.
How can you look at me as if I was just another one of your deals?

When you can fall for chains of silver, you can fall for chains of gold.
You can fall for pretty strangers and the promises they hold.
You promised me everything, you promised me think and thin, yeah.
Now you just say "oh Romeo, yeah you know I used to have a scene with him".

Juliet, when we made love, you used to cry.
You said "I'll love you like the stars above, I'll love you till I die".
There's a place for us, you know the movie song.
When you're gonna realise, it was just that the time was wrong? Juliet...

Las cosas parecían perfectas, casi siempre lo habían sido y no parecía haber ninguna razón para que dejaran de serlo. Un amor tan grande como el que ellos venían viviendo parecía destinado a durar para la eternidad... pero sin embargo, una vez más la realidad hija de re mil puta se encargó de demostrarnos que la vida no es como los cuentos de hadas, por más que a veces tenga la intención de parecerse a ellos. Un par de roces imprevistos (de los malos, aclaremos), un poco de mala onda, y un hecho generador de ruptura, tan imprevisto y a la vez tan predecible. Diferencias de opinión, y una enorme equivocación cometida por el boludo de siempre determinaron el apresurado final de la relación. Si bien quedó lo que vivieron, y la conciencia tranquila de que jamás existió una infidelidad, imaginamos que ambos se quedaron con el sabor amargo de saber que realmente se amaban, pero que parece que el destino no quería que estuviesen juntos y se los hizo saber.

Tras la separación, suponemos que ella continuó con sus ideas y que no tardó en encontrar un reemplazante, aunque sin poder obviar el hecho de que jamás tuvo la certeza de que su nueva pareja fuese sólo de ella en la fidelidad, y con la seguridad de saber que no podría amarlo ni la mitad de lo que lo amó a él, porque el amor primero no se borra ni se olvida, por muy mal que haya terminado. Mientras tanto, él se hundió en la más profunda de las depresiones, y tal como lo ordenan las obras cumbres de la literatura romántica, sufrió como un condenado, derramó miles de lágrimas, y pasó el resto de sus días en soledad como un fantasma que va errante por el mundo.

Y si mencionamos al "resto de sus días", no vamos a privarnos de contar el final de esta historia. Se reencontraron algunos meses más tarde, en la calurosa terraza de un edificio céntrico, convocados por un tercero que no soportaba ver cómo dos de sus mejores amigos ya no se hablaban. El reencuentro fue sorpresivo y frío; ella quiso irse apenas lo vio, pero sintió como si una fuerza invisible la mantuviera atornillada al piso. Él la miró con sus ojos tristes, con esa misma tristeza que lo venía acompañando desde aquel día fatídico, y le preguntó si alguna vez lo había perdonado y si por lo menos seguía sintiendo por él, al menos en algún pequeño rinconcito de su corazón, aquel hermoso sentimiento que tan felices los había hecho a ambos hacía no mucho tiempo atrás. Ella se quedó callada unos segundos, y cuando estaba por responderle con la verdad, su orgullo pudo más y se despachó con una seca negativa. Ante esto, él sintió como si su alma se rompiera de nuevo en diez mil pedazos; acto seguido se giró y caminó hacia donde el suelo terminaba. Se paró sobre el borde y aflojó el cuerpo, sintiendo una sensación de alivio por poder terminar al fin con la tortura. Ella corrió tras él y quiso tomarlo de la mano para decirle la verdad, para decirle que nunca lo había dejado de amar, pero que su orgullo lamentablemente había sido más fuerte que sus ansias de reconciliación. Mientras el cuerpo de él lentamente se inclinaba al vacío, se tomaron de la mano, tal y como hacían en los buenos tiempos donde la confianza era todo... pero ella no llegó a soltarse antes de que ambos perdieran definitivamente el equilibrio.

Mientras los cuerpos de ambos transitaban los aproximadamente 50 metros que los separaban del implacable piso de la vereda, se fundieron en un abrazo. Un abrazo de esos que dicen ineludiblemente "quizás nos hayamos separado y hayamos querido matarlo, pero nuestro amor es eterno e irrenunciable. Por más vientos en contra que tuvo que soportar, este sentimiento siempre se las arregló para sobrevivir y recordarnos a cada paso que seguía ahí, tanto en tu corazón como en el mío, por muy lejos que estuviéramos uno del otro". Y como no hay historia romántica sin el relato de un buen beso, sus labios y lenguas alcanzaron a encontrarse, por una vez y para siempre, decretando su eterna y fiel unión, justo un instante antes de que los cráneos de ambos llegaran inexorablemente a estrellarse contra el ineludible cemento.