jueves, 10 de mayo de 2012

Cap. 4

Well I'm in another state, another state of mind,
I wish that I could be there right next to her
This road leads to this and this one leads to that,
Her voice sends shivers down my spine.
These scars in my flesh,
I'm bruised and I'm bloodied
Only she knows the pain that I've been through.
Talk to her a thousand miles away,
There's tears in her eyes.
If I make it back I'm gonna show her
she's the only one for me.

La esperada vuelta habia sido la alegría total. Dejado atrás (al menos por unos meses) el pasado nefasto que lo acompañaba hasta entonces, por suerte lo único que quedaba era alzar la vista hacia el horizonte y observar cón júbilo ese brillante futuro que se presentaba tan auspicioso. Tanto tiempo de espera, que alimentaba la ilusión de que finalmente todo fuera feliz, pero que a la vez transcurría tan despacio que despertaba horribles sentimientos de impotencia y ansiedad, había llegado finalmente a su término. Ese lunes 2 de abril de 2012 quedará grabado en la memoria como el día que dio inicio al período más dichoso de la vida, la jornada en la cual finalmente el mundo se abrió ante él y lo invitó a comenzar a vivir.
Decíamos, aquel lunes feriado de inicios de abril, llegó hasta el lugar indicado y presionó por primera vez el botón del timbre que tantas veces habría de tocar en los meses venideros. Luego de una espera que fue de apenas un minuto pero que pareció una eternidad, se abrió la puerta del ascensor y ella apareció. Estaba vestida de entrecasa y sin una gran producción encima, pero con la misma sonrisa pintada y el mismo abrazo que tanto lo había cautivado la primera vez que conversaron. Tras un buen rato de insistir, de batallar para alcanzar aquello ante lo cual su femenina mirada decía sí pero sus labios decían no, finalmente la ultraofensiva surtió efecto y la pelota entró. Su preciosa boca estaba húmeda y caliente, tal como se la había imaginado, lo mismo que la felicidad naciente que comenzaba a brotar de cada poro del cuerpo de ambos.
Quizás no fuese la mujer más linda del mundo, ni la más carismática, ni la más deseable. Pero su hermosa mirada lo volvía loco, sus enormes ojos que destilaban sorpresa y cariño le conmovían hasta la fibra más íntima del alma, sus preciosos cachetes lo enternecían, y sus suaves y carnosos labios tenían algo que le volaba la sien, que lo elevaban hasta el más alto cielo y lo dejaban en el paraíso cada vez que los suyos hacían contacto con los de ella. Y además de todo, su recatada forma de ser tenía una especie de halo tímido y misterioso que pedía a gritos "vení a conquistarme, porque tengo todo para vos". Y sí, como dice la canción, ella es todo lo que podrías necesitar. Así de feliz lo imaginó cuando tomó la decisión más importante de su vida, la de dejar atrás y bien lejos un pasado no del todo auspicioso para comenzar de cero en una ciudad nueva que lo recibió con los brazos abiertos. "Vamos a andar, para llegar a la vida". Y a la vida llegamos nomás.