viernes, 28 de diciembre de 2012

Feels Good to Me


Fecha 14:
Con la gran necesidad de volver al triunfo tras cuatro partidos sin lograrlo, el Taladro visitó la ciudad de Mendoza para medirse con Independiente Rivadavia. De entrada se planteó un partido parejo, con situaciones de gol por parte de ambos lados, y un olorcito a falta de gol que por suerte se rompió rápido y favorable a nuestro lado: a los 14', Leiva recibió de Lihué en 3/4 de cancha y descargó con Iván, éste la cedió a un toque al Cuqui, y éste asistió con un gran taco de primera al Negro Chávez, quien también sin pararla la clavó en el ángulo de un desesperado arquero que sólo logró rozarla. A partir de la ventaja Banfield se afianzó en el partido y controló la pelota, logrando obtener la tranquilidad necesaria para no pasar demasiados sofocones; incluso pudo haber aumentado la ventaja, pero los delanteros no estuvieron precisos. Tras un primer tiempo de sufrir el dominio visitante, el conjunto mendocino adelantó sus líneas con la premisa de matar o morir, y Banfield logró aprovechar eso. Primero despilfarró dos contraataques el Cuqui, por querer picarla displicentemente estando mano a mano con el arquero. Por suerte, la tercera fue la vencida: corrían 53' cuando Iván Pérez recibió de Leiva sobre la línea media, trasladó unos metros y le puso un pase entre líneas quirúrgico al Negro Chávez, que a pesar de quedarle la pelota atrás se las arregló para darle con la pierna menos hábil y dotarla de la fuerza y dirección justas para que el defensor que cerraba sobre la línea no pudiese llegar a salvarla. Era el 2-0, y la cosa parecía liquidada... digo parecía, porque el equipo albiverde volvió a "hacer la plancha" como sucedió con Instituto, y permitió que el conjunto de casaca azul se viniera con todo contra el arco visitante. El descuento no llegó por algún milagro divino que se empeñó en cobrarle a Independiente Rivadavia el favor de la suerte que le había permitido vencer de visitante a Huracán sin merecerlo el fin de semana anterior: nada menos que tres tiros en los postes tuvieron los locales, y otra situación que despilfarró increíblemente su 9 mano a mano en el área chica. La diosa Fortuna le sonrió al Taladro en su excursión a Mendoza, y permitió que se sumaran los tres puntos que tanta falta venían haciendo para comenzar a enderezar el rumbo.

Fecha 15:
Con la obligación de seguir escalando posiciones en el campeonato y revitalizado tras la victoria en la frontera chilena, el Taladro recibía la visita del Conurbano más profundo, Almirante Brown de Isidro Casanova. En la previa se planteaba como un partido de cuidado, y esas suposiciones parecían confirmarse cuando, apenas a los 35'' segundos de partido, en un córner metieron dos cabezazos en el área y el 2 visitante la mandó a guardar entrando por el segundo palo. 0-1, y la mano arrancaba bien jodida. A partir de ese inesperado y tempranero palo recibido, el Taladro se plantó en mitad de cancha y obligó a su rival a refugiarse cerca de su área. La primera para los nuestros la tuvo (como siempre) el Negro Chávez, con un derechazo desde una posición incómoda que el arquero mandó con los pies al córner.  Al rato lo volvió a tener Banfield con Silvera, a quien le quedó una pelota boyando al borde del área chica, pero molestado por dos rivales apenas pudo rematar débil a las manos del guardavalla del team del Oeste. Almirante Brown respondió con un tiro lejano del 7 que quedó mansito en las manos de Santillo. Sin embargo, el Taladro seguía siendo superior, y a los 33' esa diferencia quedaría plasmada en el marcador: centro de Toledo desde la derecha, fallan los dos centrales visitantes, la pelota pica dos veces en el área y le queda servida en el área chica al Cuqui, quien no tuvo más que hacer que empujarla para poner el ansiado empate. Banfield siguió pasando por arriba al equipo aurinegro, y casi encuentra el segundo cuando Iván Pérez pescó un rebote en la puerta del área y remató apenas arriba del ángulo de mano derecha del arquero. De todas formas, unos minutos más tarde lo iba a terminar encontrando cuando nuevamente Chávez a los 38' recibió el pase de Iván en el área, encaró hacia la izquierda y fusiló al arquero con un zurdazo brillante que pegó en el ángulo y se metió. Con la diferencia ya establecida, el Taladro se dedicó a monopolizar la pelota y hacer correr el tiempo frente a un rival confundidísimo que no lograba hacer pie en ningún lugar de la cancha. Así se fue la primera etapa, con un resultado justificadísimo en el trámite, pero que habría que cuidar bien para no sufrir sobresaltos.
Al comienzo de la segunda etapa casi vuelve a ocurrir lo mismo que en la primera, cuando tras una pelota parada favorable al visitante y un rebote la pelota lequedó al 9, pero su cabezazo dentro del área fue flojo y cayó en las manos de nuestro golero. Banfield respondió con un disparo de Silvera que se fue cerca, y luego con un desborde de Toledo y posterior centro al segundo palo que Chávez desperdició increíblemente. El partido era entretenido, ambos equipos atacaban y brindaban un buen espectáculo. Probó desde fuera del área el elenco aurinegro y encontró las firmes manos de Santillo; quedaba evidenciado que ante la falta de ideas para generar juego, el conjunto visitante quedaba limitado a intentar sólo con remates desde lejos. El Taladro estaba muy tranquilo esperando el momento para liquidar el partido, y ese momento llegó a los 81', cuando tras una gran jugada asociada con lujos entre Broggi, el Cuqui e Iván, éste último envió el centro atrás para la aparición del Negro que le rompió el arco al guardameta de Almirante Brown para poner el definitivo 3-1. Casi convierte el cuarto Iván apareciendo por derecha y rematando bajo, aunque también podría haber llegado el descuento del equipo matancero, pero el remate del 8 fue a dar a las seguras manos de Pablo Santillo. Lo cierto es que fue final, y pese a empezar perdiendo desde el vestuario, Banfield ganó con autoridad frente a un rival que se presumía complicado.

Fecha 16:
Buscando extender la racha positiva de triunfos, el Taladro viajaba hacia el Oeste sojero de la Provincia de Buenos Aires para medirse con Douglas Haig de Pergamino. El encuentro se presentaba difícil (como todos los partidos de visitante del torneo, salvo quizás contra Deportivo Merlo), y el primer tiempo abundó en pierna fuerte, errores de los dos lados, falta de juego asociado, foules y pelotazos a la nada. El partido aburría a todos hasta que a los 29' Galarza metió la mano en el área tras un cabezazo del 7 rojinegro y el árbitro sancionó penal. Por suerte en el arco estaba nuestro gran arquero, Pablo Santillo, quien le adivinó la intención al pateador y contuvo el remate sin dar rebote arrojándose sobre su palo derecho. Poco más ocurrió en esa primera etapa, el Taladro jugaba decididamente mal, y sólo la incapacidad en ofensiva del conjunto local mantenía el partido empatado. Así se fue el primer tiempo, Banfield estaba evidentemente en un mal día y las cosas no salían, y había que agradecer que el encuentro saliese aburrido gracias a las limitaciones del equipo pergaminense.
El complemento arrancó con la misma tónica, el elenco albiverde carecía de juego en mitad de cancha, y el partido continuó siendo un bodrio. Recién a los 64' se nos sacudió la modorra a todos, cuando tras una pelota parada a favor de los locales Santillo salió mal y Brum debió despejar la bola sobre la línea cuando ya los hinchas pergaminenses gritaban el gol. El conjunto rojinegro era más y lo demostraba creando ocasiones de bastante peligro: a los 70' se filtró por la zona izquierda de la defensa banfileña el lateral derecho y su remate bajo fue tapado por nuestro guardameta; a los 77' el 8 local recibió al borde del área, enganchó para dejar desairado a Bustamante y definió por arriba. El Taladro parecía confundido y ya miraba con cierto cariño el empate, pero lo cierto es que pocos minutos después vendría una jugada que cambiaría decisivamente el rumbo del partido. A los 82', cuando parecía que poco más iba a pasar en el encuentro, se equivocó el 6 de Douglas Haig, la ganó el Negro, avanzó un par de metros y la abrió a la derecha para el recientemente ingresado Pablito López, quien ingresó al área y se la clavó en el ángulo más lejano al pobre guardavallas local que nada pudo hacer. Los pergaminenses respondieron enseguida a los 84' con un remate bajo del lateral izquierdo, que se la obsequió a la bolsa de Santillo tras entrar por sorpresa por el segundo palo. Banfield pudo haber aumentado la cuenta gracias a una proyección de Brum que terminó con un buen remate desde un ángulo exigido, pero el 1 local evitó el gol. Ganó Banfield en Pergamino sin merecerlo y aumentó la racha positiva a tres victorias seguidas.

Fecha 17:
En el último partido como local del año, el Taladro recibió a Crucero del Norte de Misiones para ampliar a 4 su racha de victorias consecutivas, hecho inédito en nuestra campaña desde hacía bastante tiempo. Banfield dominó el encuentro (de trámite deslucido y poco interesante) frente a un conjunto misionero que se vio obligado a refugiarse en su campo durante varios pasajes del primer tiempo. A los 15', un córner desde la izquierda fue jugado en corto de Iván para Lihué, quien se escapó por la raya de fondo y tras entrar al área fue derribado por el 7 del conjunto aurinaranja. Chávez se encargó de la ejecución, y con un zurdazo cruzado fortísimo y esquinado estableció el 1-0 para Banfield. Los albiverdes siguieron dominando, y a los 34' ocurrió una jugada que resultó bisagra: codazo del 3 visitante a Lihué con su consecuente expulsión, tiro libre desde la derecha ejecutado por Iván que fue a dar al pie derecho del 9 rival, quien en su intento de rechazar pifió y la metió pegadita al palo. Con el 2-0 el partido se tornó casi un trámite, el Taladro le cedió la pelota a su rival y esperó el final de la primera parte en su campo sin sufrir, esperando que Crucero se enredara con su propia impotencia ofensiva. Antes del final de la primera etapa hubo tiempo para que el juez compensase la diferencia numérica expulsando a Lihué por doble amarilla luego de un foul en mitad de cancha que no ameritaba dicha sanción.
En el segundo tiempo nada cambió, los misioneros siguieron con mayor posesión de pelota; no obstante, ello nunca se tradujo en situaciones de gol, y de hecho fue Banfield quien pudo haber aumentado la diferencia, aunque de haberse dado tal situación el marcador hubiese sido extremadamente injusto teniendo en cuenta lo que fue el desarrollo del cotejo. Lo tuvo dos veces el Negro Chávez: primero, tras recibir en el área un cambio de frente precioso de Delfino, la bajó y remató de zurda con potencia, pero la pelota se fue apenas ancha. Luego, quedó mano a mano con el arquero visitante adelantado gracias a una asistencia preciosa de Iván, pero su definición no fue precisa y posibilitó que el guardavallas del conjunto aurinaranja se repusiera y mandara la redonda al tiro de esquina. También pudo haber descontado el visitante con un zurdazo terrible del 8, que se hubiese metido en el ángulo si Santillo no hubiese volado ágilmente para salvar el gol. Lo cierto es que fue final, el conjunto auriverde cosechó su cuarto triunfo en fila y se colocó segundo en el campeonato a dos puntos del líder Olimpo, para que nuestra gente lo celebre alocadamente y le diga adiós hasta febrero al estadio Florencio Sola con la alegría que todos nos merecemos.

Fecha 18:
Con el objetivo de los 33 puntos en la primera rueda más que cumplido, el Taladro cerraba el año visitando a Ferro en (increíblemente, por decisión de vaya a saber quién en la AFA) el estadio de Chicago. La primera chance de gol vino al minuto, con un desborde del 7 local, que enganchó para adentro y remató al primer palo, forzando la buena estirada de Santillo. El Taladro respondió a los 8' con una pelota parada que le quedó boyando en el área a Galarza, aunque el arquero del conjunto blanco se la quitó de los pies cuando iba a definir; de ese córner llegó el penal, cometido por el 8 sobre Noguera, aunque Chávez lo despilfarró rematando cruzado apenas afuera. Al rato se produjeron incidentes en la parcialidad local (provocados aparentemente por barras de Chicago que arrojaron piedras a la tribuna local) los cuales tuvieron el partido detenido por casi diez minutos. A los 30' un rebote le cayó a Pablito López cerca del área, y éste remató de volea un disparo que quedó en el techo del arco de un guardavallas caballitense que nada podía hacer. Sin embargo, cuando nadie lo preveía, vino el gol de Ferro tras un contraataque donde el 7 se filtró entre los centrales y definió bien por debajo del cuerpo de Santillo que salió a achicar con algo de lentitud. Sobre el final de la primera parte Banfield dispuso de una inmejorable chance para empatar cuando Noguera cabeceó de manera brillante una pelota parada, pero el golero local logró arrojarse sobre su palo y salvar espectacularmente la caída de su arco.
El Taladro salió al segundo tiempo con más actitud y más intenciones de ataque, y tuvo la primera ocasión de riesgo con un remate lejano de Silvera que murió mansamente en las manos del uno local. Unos minutos más tarde vino la segunda, con un forzado remate de Pablito López tras una pared en el área que tuvo el mismo final que la ocasión anterior. Sin embargo, la ilusión de empatar fue asesinada a los 57', porque una pelota parada para Ferro sobre la izquierda terminó en la cabeza del 9 que venció la resistencia de Santillo. De allí en más el partido murió definitivamente, pues Banfield no volvió a meterse en partido, y el paupérrimo desempaño de su mediocampo colaboró para que los locales continuaran manejando los hilos y dejaran correr el tiempo sin sufrir sobresaltos. A los 87' cayó el tercero luego de que nuestra defensa jugara espantosamente mal al offside y el recién ingresado delantero de Ferro la mandara a guardar tras tomarse no menos de 4 segundos para definir. El conjunto albiverde fue vapuleado en su segunda visita a Mataderos (al contrario de la primera) y cierra mal un año que lo tuvo dando asco en el primer semestre y repuntando en el segundo, aunque fuera de los puestos de ascenso debido a esta derrota. Será tiempo de reflexiones y replanteos, pero lo cierto es que si nuestros jugadores claves siguen rindiendo y los dos refuerzos que traen rinden bien, somos serios candidatos a volver a Primera.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Bad Attitude



Fecha 11:
Tras hilvanar dos triunfos consecutivos como visitante por primera vez en mucho tiempo, el Taladro debía recibir una visita de riesgo, el ascendente Olimpo de Bahía Blanca, que venía peleando la punta junto a Independiente Rivadavia y Gimnasia La Plata y era hasta el momento el conjunto que más puntos había obtenido actuando fuera de casa. De entrada se planteó un partido en el cual Banfield dominaba la posesión pero carecía de profundidad, y temía adelantarse mucho por temor a exponerse a las filosas contras del veloz tridente ofensivo del conjunto aurinegro. La primera ocasión del partido fue para el conjunto visitante a los 3', cuando tras un córner desde la derecha el 2 cabeceó a las manos de Santillo. A los 12' casi se inaugura el tanteador luego de que el 7 bahiense se escapase por el medio, pero su remate bajo y fuerte desde el borde del área fue rechazado brillantemente por nuestro golero. Los nuestros respondieron a los 14' con una escapada por izquierda de Pablito López, quien tras ingresar al área enganchó para adentro y remató, aunque su disparo se fue apenas ancho por el segundo palo. A los 20' nuevamente nuestro volante izquierdo recibió cerca del área, aunque esta vez tocó rápido para la entrada en velocidad del Negro Chávez, quien mano a mano con el arquero remató fuerte aunque levemente desviado. Banfield seguía atacando y lastimando por la misma zona del campo, así que no extrañó que por allí se filtrase Iván Pérez a los 30', aunque su remate de derecha tuvo exactamente el mismo destino que los tres anteriores: el cartelito publicitario de Efectivo Sí ubicado al lado del poste de mano izquierda del arquero visitante. Olimpo respondió a los 32' con un desborde por izquierda del 9, quien enganchó para adentro y disparó suavecito a las manos de nuestro guardavallas. De allí en más el partido fue intenso pero trabado, el conjunto aurinegro corrigió las fallas en el sector derecho de su defensa, y poco más ocurrió hasta el final de la etapa.
Apenas iniciado el complemento, ocurrió un hecho inesperado y catastrófico: el 11 bahiense recibió sobre la derecha un cambio de frente y tocó rápidamente hacia el medio del área para la diagonal del 7, quien tras una increíble desconcentración de los dos centrales locales que lo dejaron completamente solo, lo fusiló a Santillo para poner el 0-1. Cuando pensábamos que no se podía tener un arranque peor, a los 52' un grave error de Zamponi en la salida le dejó la bola servida nuevamente al 7 para que se escapase contra el área y recibiera el penal por parte del propio 6 de Banfield, aunque el juez quién sabe porqué decidió ignorarlo. A los 61' se perdió el empate Mosset por no poder conectar una pelota parada que le venía servida, y a los 64' Silvera simuló un foul dentro del área que obviamente el árbitro descartó. La catástrofe iba a quedar instituida a los 66', cuando nuevamente el 7 encaró a Zamponi, le tiró un caño y éste lo tomó de la camiseta cuando entraba al área. Penal y gol del 6 bahiense, que ponía el 0-2 definitorio. No hubo ni la suerte necesaria para la remontada, porque un par de minutos más tarde Lihué armó una jugada genial, encerrado contra el banderín del córner por dos rivales logró escapar y le puso el centro en la cabeza al Negro, quien remató al palo. Cuando no hay suerte en partidos como éste es probable que te goleen, y así pareció ser porque a los 76' otra vez el 7 hizo lo que quiso por derecha, se metió al área y tocó al medio para que el 9 sólo tuviese que empujarla. Lapidario 0-3 final en un partido que no merecía ese resultado de ninguna manera, y que sólo se da cuando vos no embocás ninguna y el rival mete todas.

Fecha 1 (postergado):
Entresemana el Taladro viajó al Norte argentino para disputar el partido que tenía pendiente de la primera fecha, contra Gimnasia en Jujuy. Se preveía un partido muy complicado, ya que hasta ese momento los jujeños no habían sufrido ninguna derrota en casa y venían en alza. La primera ocasión de gol fue para Banfield a los 5', con una pelota parada que no pudo ser bien conectada por nuestros atacantes y acabó en las manos del arquero local. Poco más había  ocurrido hasta que a los 15', luego de un lateral lanzado al área del conjunto albiverde, el juez sancionó un inexistente penal del debutante central izquierdo Noguera sobre el 9 de casaca azul. El 11 se encargó de mandarla al fondo de la red para establecer el injusto 1-0 parcial. A los 20' casi cae el segundo tras un córner, pero el debutante Ferreyra (quien había entrado hacía pocos minutos por lesión de Santillo) logró evitar el gol olímpico. A los 30' respondió nuestro equipo con una buena jugada del Negro Chávez, quien entrando desde la izquierda hacia el medio cedió para un furibundo remate de Delfino que no entró por el segundo palo de milagro. De allí en más fue todo de Gimnasia, que creó varias situaciones como para aumentar las cifras: a los 31', un buen pase filtrado de su volante izquierdo le cayó al 11, cuyo disparo pegó en la parte externa de la red; a los 35', se escapó el otro delantero por la misma zona, pero su débil remate terminó en las manos del arquero; cinco minutos más tarde, nuevamente el 11 cabeceó un centro del 10 desde la izquierda, aunque nuevamente fue a dar a los guantes de Ferreyra; a los 43' el 9 disparó desviado desde un ángulo cerrado; a los 45' un centro desde la derecha no logró ser bien conectado por los jugadores ofensivos del conjunto jujeño; y sobre los 49' otra vez el 9 remató desde una posición difícil, aunque el tiro se fue no demasiado lejos del ángulo izquierdo de nuestro golero. El primer tiempo de Banfield no había sido nada bueno, y aunque podría no haberse ido perdiendo, tampoco hubiera sido descabellado que le hubieran convertido más goles, de modo que quedaba la chance de mejorar para el segundo y remontar la cosa.
Sin embargo, nada de eso ocurrió, y a los 48' se empezó a liquidar el asunto. El 7 del conjunto local se escapó por derecha y mandó el centro al medio para que el 11 defina; éste pifió, pero el rebote le quedó servido en el borde del área chica al 9, quien la mandó a guardar sin demasiado inconveniente. El partido parecía liquidado, pero Banfield no se iba a rendir tan fácil, aunque quedaba desbalanceado en defensa y se exponía a ser goleado. Un par de minutos más tarde pudo haber caído el descuento cuando luego de un pelotazo aislado, el Negro Chávez la guapeó contra los centrales y quedó mano a mano, pero, incómodo y con la pierna menos hábil, terminó tirando la pelota por arriba. Un minuto más tarde lo tuvo Leiva con un zurdazo lejano que terminó en las manos del arquero. A los 53' por fin cayó el merecido descuento, con un envío desde el córner derecho que fue magníficamente cabeceado por el pibe Noguera; el Taladro se ponía a tiro, pero habría que ver si le daba la nafta para conseguir un empate que se preveía milagroso. El Lobo jujeño respondió a los 60' con un remate del 10 al cuerpo del arquero, y un ratito más tarde con un zurdazo de primera del 8 que también quedó en los guantes de nuestro guardavallas. A los 73' se lo perdió Lihué, tras elevar demasiado un furibundo remate desde lejos; y a los 76' se lo perdió el recién ingresado delantero del conjunto local, quien quedó mano a mano y la tiró afuera. El partido era de ida y vuelta y podía llegar el gol para cualquiera de los dos, aunque Gimnasia era el que estaba un poco más cerca, producto de la desprotección de la defensa visitante ante el adelantamiento de sus líneas. A los 85' otro jugador local que había entrado en el segundo tiempo remató alto desde el borde del área; y la última fue para Banfield, cuando a los 93' un centro hermoso de Iván Pérez encontró a Noguera solito en posición de 9, pero su media tijera se fue muy por arriba. Perdió nuevamente Banfield, aunque sin merecerlo del todo y en una cancha complicada, aunque cuatro días más tarde, en la misma zona geográfica de la Argentina pero en otra ciudad, podría haber revancha.

Fecha 12:
Con la sangre en el ojo por la derrota en Jujuy, Banfield se quedó en el Norte de nuestro país y viajó unos pocos kilómetros hacia el sur, para visitar Tucumán y enfrentarse a Atlético. De entrada pudo haberse puesto en ventaja Banfield, primero con una pelota parada desde la izquierda que nadie llegó a conectar y acabó en las manos del arquero, y luego cuando un error en el despeje del arquero tucumano (nada menos que nuestro archiconocido Laucha Lucchetti) posibilitó que Silvera remate desde lejos con el arco libre, pero su zurdazo se fue cerca. También lo tuvo Noguera a los 5' tras otra pelota parada, aunque su cabezazo fue débil y no llevó demasiado peligro. Atlético respondió a los 8' con un tiro libre desde la derecha del 7 que dio en la parte de afuera de la red. Luego de un disparo al arco de un jugador tucumano sin demasiadas consecuencias, Chávez se escapó entre los centrales a los 28' y quedó mano a mano con el arquero, pero el gol le fue ahogado en primera instancia por el golero y luego (tras quedarle la pelota en perfecta posición para embocarla de cabeza) por el techo de la red. Un par de minutos más tarde, y cuando nadie lo preveía, se filtró por el medio de la defensa banfileña el 10 del conjunto tucumano, quien con un derechazo furibundo la clavó bien arriba. Atlético Tucumán se ponía en ventaja sin merecerlo, y parecía que se venía otra noche fatídica para el Taladro. Sin embargo, cinco minutos más tarde las cosas volvieron a quedar en tablas: un rebote que no pudo ser capitalizado por el Negro le cayó a Iván Pérez, quien con un zurdazo suave y delicioso la puso en la ratonera para establecer el empate. Enseguida respondió el conjunto local, con un terrible fierrazo de zurda y volea del 7, despejado magníficamente por nuestro debutante arquero (el 3ro en tres fechas) Germán Caffa. Así se fue la primera parte, con un empate que le caía bien al partido por lo demostrado por ambos equipos.
El segundo tiempo empezó con una tónica clara: Banfield esperando, conforme con el resultado, y los tucumanos con la posesión de la pelota y atacando, pero sin ideas. Recién a los 58' ocurrió la primera situación de peligro, con un remate lejano del 8 albiceleste que fue a dar a las manos de Caffa; y a los 68', otro lejano remate del 7 tucumano se fue bastante lejos. Nuevamente a los 73' inquietó el local, con un córner débilmente cabeceado por el 2 que cayó mansamente en la bolsa de nuestro arquero; un par de minutos más tarde, el otro defensor tucumano cabeceó en inmejorable posición, aunque la mandó muy lejos. A los 82', el DT local hizo ingresar otro delantero, quien asustó a más de un corazón banfileño con un derechazo desde el borde del área que se fue apenas desviado. Recién a los 89' volvió a llegar Banfield, con un remate lejano y sin fuerza del ingresado Tito Noir que atrapó mansamente el golero local,: y un minuto más tarde el propio Noir quedó solo contra el arquero tras una contra bien ejecutada, pero se enredó solo y se la quitaron. Así se fue el partido, Banfield se quedó conforme con el empate, que por lo menos sirvió para salir de perdedor, aunque lo cierto es que la punta del torneo quedó a lejanos ocho puntos de distancia.

Fecha 13:
Con la obligación de ganar para no seguir perdiéndole pisada a los puestos de ascenso, el Taladro recibió a Patronato de Paraná. La primera chance del encuentro fue para le conjunto visitante, con un remate de su número 11 que se fue muy por encima tras una jugada preparada. Cuatro minutos más tarde, desde la misma posición, otro tiro libre fue ejecutado brillantemente por el 9 rojinegro, aunque por suerte su remate salió apenas desviado sobre el primer palo. Al rato respondió Banfield con un zurdazo furibundo de Chávez desde una posición muy cerrada que se fue cerca, y luego con un remate de fuera del área de Lihué que se fue apenas alto. La más clara del partido para Banfield llegó a los 31', con una escapada de Chávez por izquierda y un fierrazo temible del propio Negro que sacudió el palo; el rebote le cayó a Noir, pero su definición fue al bulto y la pelota se fue al córner. A los 37', Noir le filtró un muy buen pase al Negro, pero su remate cruzado y bajo fue retenido impecablemente por el golero visitante. Todo era de Banfield. Un rato más tarde, Lihué desbordó y el Negro no llegó a conectar antes de que un defensor paranaense la rechazara; y sobre los 41', un espectacular zurdazo colocado de Iván Pérez fue desviado in extremis por el guardavallas rojinegro, que a esa altura ya era la figura indiscutida del encuentro. De ese mismo córner llegó otra ocasión de peligro, pero el Negro no logró empujarla en el segundo palo tras la peinada de Noguera. Y con el tiempo cumplido, otro córner fue nuevamente cabeceado por el segundo central banfileño, pero el balón se fue apenas alto; un minuto después, el que cabeceó entrando por el segundo palo tras un centro de Lihué fue Iván Pérez, pero la pelota fue a morir mansita en los guantes del golero. Así se fue el primer tiempo, con un Banfield que había sido muchísimo más que su rival, pero que no había logrado concretar ninguna de todas las chances que había creado.
Para el segundo tiempo se esperaba más de lo mismo, y así fue pero no con tanto énfasis, puesto que el agobiante calro de la tarde se hacía sentir en el físico de los jugadores, que ya no podían presionar tan bien como antes. Al igual que en la primera parte, en el comienzo de la segunda etapa prevaleció el conjunto visitante, que contó con dos chances para desnivelar: primero quedó mano a mano el delantero recién ingresado, pero remató muy alto; y luego con un remate lejano del 5 que se fue cerca. El partido se volvió por momentos soporífero, debido al insistente calor y las pocas ganas de jugar del conjunto visitante, y así se fue diluyendo en el aburrimiento el segundo tiempo. Banfield contó con un par de minutos de furia, entre los 79' y los 82', en donde dispuso de no menos de cuatro ocasiones claras: en primer lugar, una guapeada del Negro por izquierda que despejó bien el guardameta paranaense en el primer palo; de ese córner, Noguera se la bajó a Lihué, pero el portero increíblemente le ahogó el gol a puro reflejo y velocidad de piernas; de ese siguiente tiro de esquina, volvió a ganar de arriba Noguera, pero nuevamente el golero visitante la sacó por arriba; y ya en la última, de nuevo Noguera llegó a cabecear, aunque esta vez muy incómodo y muy lejos del arco. Pero ya no había más energías, y el partido se fue apagando, como una vela adentro de un vaso boca abajo. La última del partido fue para Patronato, aunque el disparo de uno de sus volantes se fue muy arriba y no llevó prácticamente peligro al arco banfileño. Fue empate nomás, Banfield mereció muchísimo más, pero se topó con sus propias limitaciones a la hora de definir y con una tarde brillante del arquero rival.