jueves, 20 de septiembre de 2012

New Tribes



No fue fácil para Banfield terminar de asumir que el descenso se había consumado. Numerosos interrogantes se abrieron una vez que la derrota con Colón se hubo superado: Qué hacer con un club acéfalo? Cómo rearmarlo para una nueva temporada en la B Nacional, sabiendo que había que arrancar prácticamente de cero? Cómo hacer para pagar la enorme deuda que pesaba en las arcas del club, cercana a los 90 millones de dólares? Cómo deshacerce de la gran cantidad de cánceres que conformaban el plantel que había logrado la proeza de irse al descenso con una campaña de campeón contando para el promedio? Sin embargo, parece que el Barba después de tantas pálidas nos guiñó el ojo, porque a los pocos días de perder la categoría asumió la nueva Comisión Directiva, que se puso el overol y comenzó a laburar para sacarnos del pozo. Y la verdad es que lo hicieron muy bien, porque trajeron a un buen DT como es Daniel Garnero, realizaron la necesaria depuración del plantel, incorporaron gran cantidad de futbolistas de jerarquía para la categoría, tales como Andrés Silvera, Matías Díaz, Pablo López, el Tato Mosset, Rubén Zamponi, Iván Pérez y Ricardo Noir. Además, reestructuraron rápidamente la deuda, armando un plan de pago, y realizaron las necesarias refacciones y pagos a los empleados con el dinero obtenido en las transferencias de los dos máximos valores de nuestra cantera (Facundo Ferreyra y el pibe ídolo Nicolás Tagliafico). Asimismo, lograron otorgarle más tiempo para trabajar al director técnico del equipo pidiendo la postergación del primer partido, que prometía ser una riesgosa visita a Jujuy para enfrentar a Gimnasia. Por ende, con todo este viento a favor se logró levantar el ánimo del hincha, y llegamos con bríos renovados al debut en la categoría.

Fecha 2:
Arrancaba el andar de Banfield en el Torneo Nacional B 2012/13, recibiendo en una nublada mañana de feriado a Aldosivi de Mar del Plata. Se preveía un partido disputado e igualado, frente a un rival que había sido uno de los conjuntos más regulares el torneo anterior y se había reforzado criteriosamente. La primera chance de gol fue para el Taladro a los 2 minutos, cuando un remate frontal de Iván Pérez a la salida de un corner fue reboteado con esfuerzo por el arquero; al minuto siguiente, el Negro Leiva elevó demasiado un remate lejano. Sin embargo, se repitió nuevamente el terror del campeonato pasado: que te emboquen en la primera ocasión de gol. A los 9' Lihué Prichoda perdió la pelota en mitad de cancha, el 8 marplatense tomó la pelota en 3/4 de cancha y le dio un pase precioso y preciso al 10, quien picó habilitado y definió cruzado ante la salida de Pablo Santillo para poner el uno a cero parcial. El Taladro reaccionó recién a los 20' cuando una volea de Iván a la salida de un córner fue capturada mansamente por el arquero, y luego a los 32' un centro frontal no fue alcanzado a conectar por Marcelo Bustamante. El partido era trabado y allí era donde el conjunto visitante hacía su negocio, y jugaba mejor contra un Banfield deslucido, falto de ritmo y de ideas. Nuevamente Bustamante a los 34' sacudió la modorra con un fierrazo lejano que se fue cerca, pero los visitantes respondieron con un peligrosísimo cabezazo del 5, que entraba solo por el medio del área tras un córner, que fue enviado al tiro de esquina con esfuerzo por nuestro golero. El Taladro devolvió el golpe con una gran jugada individual de Matías Díaz, quien encaró por el medio sacándose varios rivales de encima y cedió a la izquierda al Negro Andrés Chávez para que éste le quemara las manos al arquero; el rebote fue capturado por Matías, pero el portero visitante lo ahogó rápidamente en una jugada en la que toda la parcialidad local pidió penal. Así se fue el primer tiempo, con un conjunto albiverde que no podía superar en el juego a un equipo auriverde bien parado y contragolpeador, esperando que el funcionamiento mejorase.

Al minuto nomás de iniciado el segundo, un terrible fierrazo de Matías desde afuera del área fue tapado brillantemente por el golero marplatense (Chávez desperdiciaba increíblemente el rebote, pero la jugada estaba anulada por offside). A los 11', el que sacudió desde lejos fue Gustavo Toledo, nuevamente el 1 auriverde dio rebote, pero Andrés Silvera también se encontraba fuera de juego al momento de recibirlo. A los 15', de nuevo el guardavallas, ya a esta altura la figura del partido, le ahogó el grito a otro disparo lejano (esta vez de parte del encarador Lihué). Hasta que finalmente, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe: sobre los 20', un largo bochazo desde su propia área de Pablo le cayó al Negro Andrés, quien le ganó en velocidad a su marca, llegó al fondo y tocó al medio para la solitaria aparición de Matías, quien la mandó a guarda con un zurdazo preciso al segundo palo. Llegaba la justicia al marcador con el empate parcial, y se avizoraba un nuevo partido en donde Banfield debía ir hacia adelante y ganarlo. Aldosivi sólo atinó a responder con una corrida de su delantero recién ingresado que fue bien neutralizada por nuestro golero; al toque, un jugadón de Matías sirvió para la aparición por izquierda del recientemente ingresado Pablo López, quien remató levemente desviado. A los 34' se fue expulsado el 2 visitante por doble amonestación, tras una dudosa falta cercana al área sobre el Negro Andrés, y a partir de allí pareció que sería fácil para Banfield llegar al segundo gol. Sin embargo, la visita se refugió en su área y se esmeró para cortar los circuitos de juego del Taladro. Del foul de la expulsión llegó otra jugada de peligro para el conjunto albiverde, un pelotazo de Matías tras pase de López que rebotó en un defensor cuando ya lo estábamos gritando; de esa misma jugada nació la contra para Aldosivi, que finalizó con un remate cruzado de un mediocampista recién ingresado que se fue muy cerca del palo derecho. A los 41' remató muy alto Iván desde una posición complicada; a los 44' el ingresado Ricardo Noir cabeceó mal un envío desde la izquierda; y la última también fue para Banfield, con un cabezazo forzado del Cuqui Silvera a los 48' que se fue por arriba. Fue empate nomás, en casa y ante un rival complicadísimo que se plantó en nuestro campo y por momentos nos dominó. Se valora el punto porque jugamos contra un rival muy difícil y el equipo recién se está armando, y porque se vieron buenas actuaciones individuales y entereza anímica para remontar el resultado.

Fecha 3:
El fixture le deparaba a Banfield, luego del empate ante los marplatenses, una difícil visita a La Plata para enfrentar a Gimnasia, equipo que se perfilaba como uno de los grandes candidatos al ascenso tras dos victorias en sus dos primeros compromisos. El primer partido fue trabado, disputado, y bastante aburrido para el espectador neutral, producto de la colisión entre dos equipos bien plantados, corajudos, y con mucho miedo a desprotegerse defensivamente. Por ende, el primer tiempo resultó en un partido infumable, y la única chance de gol que se pudo contar en todo ese período fue un cabezazo forzado del Cuqui que se fue un poco alto. Banfield estaba haciendo bien las cosas, y el empate no era mal resultado. Pero todo eso se desmoronó cuando al minuto del segundo tiempo el 9 tripero se desmoronó en el área tras forcejear con Rubén Zamponi y el juez no dudó en cobrar penal, que fue bien ejecutado por el 3 albiazul para estampar el 1-0 en favor de los locales. A los pocos minutos Lihué tuvo el empate, pero el arquero lo evitó magistralmente, y luego el Negro Andrés se lo perdió en el rebote, mandándola por arriba. Unos minutos más tarde, una gran pared enter Pablito López y Silvera dejó mano a mano al rubio enganche, pero el guardavalla platense lo evitó saliendo a atorár velozmente, transformándose de este modo en la figura del partido. Gimnasia respondió con un centro cruzado desde la derecha que encontró al 11 entrando solo por el segundo palo, pero su cabezazo recorrió toda la línea y se fue por el fondo; al rato, nuevamente el 11 se escapó por izquierda, gambeteó magistralmente con un caño al Tato y encaró hacia el área, pero luego su remate se fue muy desviado. Banfield intentaba por todos los medios posibles, pero veía que se le acababa el tiempo sin que se creara la situación de gol que le trajera el empate, mientras Gimnasia esperaba tranquilo en su campo y lanzaba venenosas contras. Ya con el tiempo cumplido, un furibundo remate de un mediocampista tripero lamió el travesaño, y el último bochazo al área del equipo albiverde fue rechazado por la defensa local. Final entonces, con derrota para el Taladro, con el sabor amargo de saber que su rival le ganó pero sin superarlo en el trámite del juego, con un penal discutible y contando con varias chances de empatarlo. Quedará seguir mejorando, sabiendo que aunque hoy nos volvamos con las manos vacías, el camino es el correcto, y habrá que fortalecer el juego de cara al siguiente partido en casa contra Rosario Central. Pero ésa es otra historia.

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