lunes, 6 de agosto de 2012

Comp. 3

Dame la mano, sin miedo. Te quiero hacer un regalo, porque dar amor es un regalo en sí mismo. Un regalo en forma de experiencia mística.

Vamos a caminar la vida a paso firme, logrando que nuestra unión sea la fuerza que nos mueve.
 
Vamos a juntar los pocos pedazos rescatables de la existencia que tuvimos en épocas pasadas, y construir a partir de ellos una nueva realidad, haciendo caminos al andar.
 
Vamos a detenernos, de vez en cuando, para observar la belleza de las cosas que nos rodean, sabiendo que dicha belleza se encuentra más en las pequeñas cosas que en las grandes.
 
Vamos a aprender sobre la vida, entendiendo a cada paso lo hermoso y extraño que es ser lo que somos, mientras dejamos morir al viejo y oscuro universo que una vez supo desalentarnos.
 
Vamos a crear nuestro propio mundo, donde quede afuera todo lo que nos hace mal, y estén incluidas, por pequeñas que sean, todas esas cosas o personas que nos puedan servir para enriquecer nuestra humanidad.
 
Vamos a sumergirnos en lo profundo del alma del otro, como una piedra que se arroja al mar, observando la riqueza del abismo recién hallado y deleitándonos con las cosas nuevas y preciosas que podamos encontrar allí.
 
Vamos a tirarnos sobre las sábanas a estudiar los secretos de nuestros cuerpos, sin vergüenza ni timidez, adquiriendo los conocimientos por el simple placer de aprender.
 
Vamos a amarnos sin prisa y sin pausa, con placer pero también con responsabilidad, para que no sea "ponerla", sino "hacer el amor".
 
Demostrémosle al resto del universo que, por más modernidad superflua que nos quieran imponer, los amores perfectos como el nuestro no han pasado a ser una utopía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario